Las quemaduras son daños a los tejidos, principalmente la piel. Estos pueden ser causados por diversos factores, dentro de los más comunes podemos encontrar, vapor, líquidos calientes, el sol y sustantancias químicas, entre muchos otros.
Las quemaduras se pueden clasificar en cuatro grados principales, dependiendo de la profundidad del daño que hayan causado a los tejidos y la severidad de estas.
Quemaduras de primer grado: Afectan la capa externa de la piel conocida como epidermis. Las quemaduras por sol son un claro ejemplo de este tipo de lesiones. Se caracterizan por tener un sitio rojo, doloroso y sin ampollas.
Quemaduras de segundo grado: En este caso las quemaduras afectarán un poco más que la epidermis, estas dañarán la siguiente capa de la piel conocida como dermis. Se caracterizan por presentar un sitio rojizo, doloroso y con presencia de ampollas.
Quemaduras de tercer grado: Estas quemaduras se caracterizan por afectar todo el espesor de la piel, epidermis, dermis y tejido subcutáneo (debajo de la piel). Esta quemadura es muy peligrosa y se caracteriza por que la piel pierde sensibilidad, la zona afectada suele verse blanca o carbonizada.
Quemaduras de cuarto grado: Las quemaduras de este tipo no solo afectan la piel sino que llegan a dañar los músculos, tendones y huesos del cuerpo.
En caso de reconocer una quemadura de tercer o cuarto grado, es imperante pedir ayuda a la brevedad y comunicarse con los servicios de emergencias médicas.
En esta sección conocerás los primeros auxilios ante las quemaduras más frecuentes de primer y segundo grado.
1. Retira la zona afectada: Es importante retirar a la brevedad la zona afectada de la agresión, esta puede ser la luz solar, vapor, o alguna otra sustancia caliente.
2. Refresca la zona afectada: Sumerge la zona afectada en agua corriente (no fría) durante 10 a 15 minutos, esto ayudará a enfriar la zona y evitar la progresión de la quemadura.
3. Toma un analgésico: En caso de dolor puedes consumir un analgésico de libre venta como paracetamol, ibuprofeno o naproxeno.
4. No rompas las ampollas: Las ampollas son una reacción del cuerpo y ayudan a proteger la zona afectada. No debes romperlas pero en caso de que suceda la rotura de alguna, limpia la zona con agua y jabón.
Las quemaduras de primero y segundo grado suelen mejorar entre los primeros 5 y 7 días disminuyendo la inflamación, enrojecimiento y dolor. En caso de no presentar mejoría o que los síntomas empeoren comunícate con tu médico de cabecera o acude a los servicios médicos de tu preferencia.